El etnocentrismo es la visión de las cosas en la cual la propia cultura primaria es el centro de todo, y todas las demás se escalan y valoran en referencia a ella. El etnocentrismo también se entiende como un prejuicio expresado al considerar que las formas de uno propio grupo son superiores a las de los demás. Se pueden distinguir tres formas de etnocentrismo:
Negación: la incapacidad o negativa para entender cognitivamente la diferencia cultural, lo que lleva a observaciones ignorantes o ingenuas sobre otras culturas.
Defensa: reconocimiento de la diferencia cultural junto con una evaluación negativa de las variaciones respecto a la propia cultura, donde cuanto mayor es la diferencia, más negativa es la evaluación, y caracterizada por un pensamiento dualista de "nosotros versus ellos".
Minimización de la diferencia: reconocimiento y aceptación de las diferencias culturales superficiales mientras se sostiene que todos los seres humanos son esencialmente iguales, enfatizando la similitud de las personas y la comunión de valores básicos pero definiendo la base de esa similitud en términos etnocéntricos (todos son esencialmente como "nosotros").